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Douce plume acariâtre

EL QUERIA QUE YO FUERA FAMOSO

Este personaje, tan fuera de lo común que me cuesta atribuirle cualquier adjetivo que podria clasificarlo, apareció en mi ya agitada vida en el momento de la fiesta de cumpleaños de mi encantadora esposa. Cincuenta años: medio siglo de vida que tenia que dejar atrás con alegría; música, baile y, aparte de algunas excepciones, un abundante caudal de bebidas alcohólicas. Una fiesta a lo grande !

Lo menos que puedo decir... ¡Fue un éxito! Tanto es así que todo el planeta sigue hablando del hecho. ¿Pequeña mentira ? Bof, expresándome, a veces exagero un pelin las cosas. En cualquier caso, este evento ha permanecido en los anales de nuestros amigos.

 

Veintisiete años en el país español catalán, pero mi acento todavía me traiciona. Siempre atrae una pregunta: ¿De donde eres? Mi respuesta sigue siendo invariable: Francés pero no es mi culpa! ¡Hilaridad garantizada!

 

Este personaje tan fuera de lo común, vino a nosotros desde la tierra del sol naciente. ¡Japonés!

Por su culpa o no, lleva dentro de sí todas las características de un pueblo impregnado de historia y de radiactividad. Las aventuras rocambolescas que le trajeron a tierras catalanas, por sí solas, merecerían una novela con un número sustancial de páginas ; resumamos para no cansar mi pluma.

 

Akihito, Tanaka de su apellido, sin gusto de vivir en su país, terminó sintiéndose mal en su propria piel. Muy hábil con sus manos obtuvo lo que allí se considera un privilegio, el envidiado título de constructor de casas tradicionales japonesas. Sólo madera y más madera. Ni un clavo ni un tornillo que pueda ensuciar este noble material.Una empresa importante, muy interesada, puso su mirada y gancho de agarre en el brillante personaje. Tan insatisfecho en su país como en su piel, ¿por qué? La sociedad japonesa siempre se desarrollo de forma muy diferente a la nuestra.

Un individuo trabaja allí toda su vida para la misma empresa, el mismo empleador o el mismo puesto de funcionario público. Ascendiendo de rango sólo por sus virtudes de bueno empleado, leal y fiel a su puesto. El sistema proporciona a las hormigas esclavizadas una jubilación digna a una edad determinada, sesenta y cuatro años hoy en dia.

Y mientras esperan este delicioso momento en el que finalmente los japoneses podrán disfrutar plenamente de la libertad merecida… ¡trabajan sin lo que llamamos vacaciones! ¡Ni un solo día de todas sus vidas laborales! Deteniendose de hormigar solo por la razón válida de enfermedad o accidente, no concibe otro objetivo que vivir lo suficiente para finalmente jubilarse. Un concepto con el cual nustros sindicatos se tragarían sus falsas dentaduras y causaría muchos infartos en sus miembros.

Las personas que hormigan en Japón por sí mismas, por tener un negocio o como autónomos, se deben de ahorrar para cubrir sus proprias necesidades de vejez. Ni un centavo apartado y llega la dependencia total de la buena voluntad de la familia. O mala voluntad en algunos casos; raros es cierto porque la tradición obliga.

 

Akihito no sintió la fuerza para aceptar este contrato, que consideró (con razón según mis estándares), como humillante y demasiado irrespetuoso con la libertad de movimiento. Porque un empleado que deja su empresa por su propia voluntad está tan mal visto en este país de hormigas que prácticamente se convierte en un paria ante el cual todas las puertas pronto permanecen cerradas.

¡Es un traidor, un desertor! ¡Corre la voz!

 

Barcelona, ¡qué nombre tan bonito! Las Olimpiadas dieron a conocer esta magnífica ciudad (que tiene el honor de haberme visto nacer) y Aki, como lo llamamos, se apasiono de ella. Se enteró de que uno de sus compatriotas estaba trabajando tallando magníficas estatuas. diseñadas por el genial Gaudí en el sitio de construcción interrrrrrrminable de la Sagrada Familia. Se puso en contacto con él y desertó el hormiguero del sol naciente.

 

Bienvenido a un japonés, acompañado de su tierna mitad, en el país catalán. Un mundo diferente. Tan diferente que esta esposa no se adaptó y se volvio al país natal unos años más tarde con su descendiente, también feminina y nacida Española de por lei. Aki se enamoró de una mujer española, ¡aunque las profecías le aconsejaron que evitara a estas hembras! ¡Trampa, la damisela en cuestión resultó ser más mala que toda la sociedad japonesa!

De problema en problema, de flagrante injusticia promulgada por la justicia española que prefirio favorecer a una mujer local en lugar de un extranjero, amarillo oriental además, este querido hombre finalmente termino petando los plomos. resolvió regresar a su lejano este. Con una otra motivación que lo empuja ligeramente: la de su padre, un trabajador autónomo que nunca habia ahorrado un solo kopek, perdón yene, para su vejez.

 

Antes de llegar a Cataluña, este hombre tan dotado con sus manos, se había especializado, primero en Italia y luego en Francia en otra profesión. Todavía en el sector de la madera pero más minimalista e incluso más preciso. AKihito se convirtió en un luthier, más concretamente fabricante de arcos. La elaboración de un arco de violín, viola, violonchelo o contrabajo requiere unos dos meses de trabajo para una sola pieza. Una madera que proviene de Brasil sin duda sigue siendo la mejor, muy por delante del tejo que a veces se utiliza. El pernembuco es caro, se hace cada vez mas difícil importarlo y para empeorar las cosas, nuestro amigo japonés sufre de una alergia a esta madera. Las astillas frente a la herramienta se vuelven casi imposibles de respirar, llora y tose. Sin embargo, nuestro Japones es hoy uno de los mejores luthiers del mundo en su campo.

¿Cuántas veces me ha hablado de las fases de hacer un arco? ¿Y los materiales utilizados? La madera sin duda, pero también un poco de marfil, plata y pelos de cola de caballo. Especificandome que los de la yegua proporcionan un mejor sonido pero son menos resistentes, debido al pis que reciben abundantemente. ¡Y el peso preciso de la crin de caballo, y patati y patata! El tema no me fascinó, al menos al principio, sin embargo, quede extasiado con una de sus obras. Una vez fuera de un fuerte tubo de cartón para guardar dibujos, cuidadosamente desenrollado de su protección de plástico de burbujas y luego liberado de su funda de terciopelo negro, el maravilloso objeto apareció ante mi ojos.

-¿Puedo tocarlo?

-¡Por supuesto, pero nunca la crin de caballo!

Como un bebé tuve que sostenerlo. Hasta el punto de posarlo rápidamente…

 

 

 

Con Akihito y mi esposa, los temas de conversación fueron variados y el conocimiento de la sociedad japonesa nos ha empujado constantemente, de pregunta en pregunta hacia infinitas incomprensiones. Pero, ¿cómo se puede vivir así? Una respuesta interesante nos fue dada por nuestro invitado.

"Sumisión en apariencia y Samurai en las tripas".

 

¡Y la tasa de suicidios más alta del mundo! Para sacrificar a las costumbres, a las tradiciones y al respeto por lo que la sociedad japonesa siempre ha enseñado. El individuo, ya sea hombre o mujer, acepta todo el tiempo, muestra un profundo respeto, sonríe constantemente sin inmutarse, pero hierve por dentro. Aparte de los muchos suicidios, otro resultado comprensible: úlceras y cánceres de estómago para dar y vender.

 

¡Y Aki quería volver a Japón!

Para cuidar a un padre que lo había maltratado toda su infancia, que había hecho la vista gorda ante los numerosos y fuertes abusos de la hermana mayor (porque la hija mayor de una familia tiene el título de reina y hace lo que le plazca).

No entendimos; Pero cada uno conduce su barco como mejor le parezca.

 

 

Todo empezó cuando nuestro amigo reveló su conocimiento para leer las líneas de las manos. ¿Iba a romper mi repulsión por lo que entonces llamava una gran farsa? Bien educado, conservé mis palabras, borré mis pensamientos, mantuve mi sonrisa. Pero mi samurai interior desenfundó su sable.

 

Para aclarar sobre mi modesta persona, a veces escribo. En el pasado, los pinceles y las espátulas extendían para mi, colores brillantes en lienzos o papeles. Por cierto no viví tan mal del asunto. (Eso es una mentira, tenia otro oficio…). Mis hermosas palabras de hoy no me traen nada más que una gran dicha interior. Pero ni una moneda ! Ayudo en su trabajo mi tierna compañera, mucho más joven que yo, y ella me mantiene con bondad. Ambos somos una pareja feliz y formamos un buen equipo. Tenemos un techo, una mesa donde las comidas son agradables y unos hermosos amigos a menudo vienen a compartir grandes momentos de felicidad. ¡La vida es guapa! Realmente no quiero nada más. Viviendo un presente tan encantador, mi futuro no me concierne en absoluto, en cuanto a mi pasado…

 

A nadie, nunca le diré cómo fue mi vida hasta que conoci a mi esposa. Un montaje inteligente, de verdades no incómodas y mentiras muy plausibles, explica mi conocimiento de casi todos los continentes. Y mis veleros, que eran mis hogares itinerantes, vieron a su dueño, su sirviente, ausente de abordo con bastante frecuencia …

 

Todo comenzó cuando nuestro amigo reveló su conocimiento para leer las líneas de las manos. ¿Iba a romper mi repulsión por lo que entonces llamava una gran farsa? Bien educado, conservé mis palabras, borré mis pensamientos, mantuve mi sonrisa. Pero mi samurai interior desenfundó su sable.

¿Me estoy repitiendo? Sí, pero no soy japonés.

 

En la palma de mi mano izquierda, algunas líneas que salen en el lado del auricular se unen a otra línea, mucho más delgada, que sube y luego cruza el pliegue de la última falange. señal obvia, indiscutible estarás de acuerdo, de una notoriedad futura, inevitablemente acompañada de una facilidad económica confortable.

-Amigo, serás rico y famoso. ¡Hablaran de ti incluso después de que mueras!

-¡Bueno, veamos! ¿Y serán mis pinturas o mis escritos los que me darán a conocer?

-No lo sé, pero si lo haces bien, ¡un futuro prometedor se abre ante ti!

-Aki, con mis setenta y seis años, añadido de mi « no me importa » visceral, ¿cómo esperas que te crea?

-Tienes que ponerte en contacto con los editores…

 

Y aquí vamos: tienes que hacer esto, debes hacer aquello, tu potencial florecerá. Muchas palabras, consejos mientras se horroriza que no considero ni por un momento moverme el culito para llegar al resultado que ÉL eligió, que el leyó en mi mano. Mi samurai interior ya se preguntaba si su hoja afilada resolvería el hervor de sus entrañas.

 

El amor de mi vida, conociéndome muy bien, se abstuvo de cualquier otro comentario que no fuera este:

 

-Aki, déjalo en paz. ¡No entiendes! Explicas que todo vendrá para él. ¿Por qué debería buscar fortuna y fama que no le interesan? Su mano dice que va venir, él lo acepta. Permanece abierto pero se niega a engañarse a sí mismo. Este es también uno de los lemas de mi esposo para evitar las desilusiónes. ¡Y por favor no insistas!

 

Akihito no ha bajado los brasos. su abuelo paterno murió al mando de un avión suicida, su abuelo materno cayó en el feroz combate de la isla de Guam. El nieto de un kamikaze y de un héroe que se negó a rendirse, no entendio.

No entendío que me despierto cada mañana agradeciendo al universo por lo que me iba a traer durante el día.

No entendío que mi maravilloso tiempo presente valía todas las mañanas, tan encantadoras como podrian ser.

No entendío que, en este momento, me estaba profundamente cagando mi felicidad permanente.

No entendío que acababa de despertar peligrosamente a mi samurai interior y que el hilo afilado de su sable no adolece de ningún defecto.

 

 

 

Mi mujer acaba de irse a Barcelona para trabajar durante tres semanas. Los preparativos fueron agotadores, pero todo está en orden, deberíamos ganar algo de dinero para sobrevivir un poco más. ¡Eso es suficiente para nosotros, entonces ya veremos!

 

Tenia que acompañar a mi amigo japonés al aeropuerto. Una escala en Qatar y luego volvería a su isla natal con la esperanza de que su escapada fuera olvidada. De lo contrario, difícil, dificil para encontrar una faena. Pero el señor Akihito Tanaka tenía ideas; tal vez convertirse en autónomo ? No sé lo qué dicen las líneas de su mano.

 

 

Epílogo

 

Los dos policías vinieron a verme. Sabía que este valiente luthier, un artista excepcional, fabricante de arcos de violín, viola, violonchelo y contrabajo, nunca había aterrizado en Tokio. Los familiares que le esperaban contactaron con todos los que eran sus amigos en la Cataluña española, incluido una que fue su compañera y que le ayudo económicamente.

Regresaron y una vez más, la segunda, expliqué que Aki, finalmente, había querido tomar un taxi.

 

Para que no lo viera llorar, me confesó.

 

Cuando dejé a Aki esa noche, la Plaza España de Barcelona estaba tan llena de gente, multitud casi compacta de un importante festival local, que las cámaras de vigilancia instaladas en cada esquina no havian podído confirmar o desmentir mis declaraciones.

 

No tengo absolutamente ningún deseo de ser famoso.

 

Y todos los polis del mundo pueden registrar mi casa. A nadie, nunca le diré cómo fue mi vida hasta que conoci a mi esposa. Un montaje inteligente, de verdades no incómodas y mentiras muy plausibles, explica mi conocimiento de casi todos los continentes. ¿Me estoy repitiendo? Sin duda y nadie sabrá a dónde se ha ido Akihito Tanaka.

 

El cadáver de quien quería que fuera famoso desapareció de mi viejo congelador demasiado oxidado desde mucho tiempo y a veces sufriendo de hipo. Se unió a un viejo pozo de mina abandonada que extrañamente se llenó después de un misterioso deslizamiento de tierra. En cuanto al electrodoméstico ... quemado en un vertedero salvaje bastante léjos de nuestra casa.

 

Mi antigua y verdadera profesión, te la confío: sicario de alto vuelo; asesino a sueldo si lo prefieres, durante casi veinticuatro años.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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