LA AUTOESTAUPISTA

-Pero finalmente jefa, ¿cómo podemos explicar tal cosa? Debería quedar un rastro de esta mujer ! ¿No? Es imposible que sobreviviera a un accidente como este. Has visto como se ha quedado el coche , ¡era casi puré de chatarra! Hemos estado corriendo detras de el culo de un fantasma desde más de una semana, pero yo no creo en estas huevonadadas.

Suzy Wallace, sheriff del contado desde diez años no puede responder a la pregunta de su adjunto. Y sin embargo, ha visto cosas y mas cosas raras en su vida de poli. Ademas, no hay demasiados graves choques en la Ruta 66, la que ahora se llama la Ruta Histórica 66.

Una porción antigua y olvidada de un tráfico moderno que, unos kilómetros más al sur, con una autovia, no se preocupa por la nostalgia del tiempo pasado. El mal estado de la calzada ya no permite, salvo que uno se alimente con un buen grano de locura, a todos los vehículos para ser conducidos realmente con velocidad.

En el accidente murieron tres personas.

El conductor de la Buick de coleccion se había arrojado contra un grupo de jóvenes negros que salían de la misa dominical antes de caer en una rodada y luego precipitar hacia el fondo del barranco detrás de la iglesia. De ellos hubo por disgracia una victima mortal y tres estropeados casi para la vida. Tanto tiempo que algunos cuitadanos exigían una barrera de seguridad en este lugar! Oatman, un pequeño pueblo de Arizona incrustado en un paso de montaña, todavía estaba traumatizado. Inmediatamente se penso en un nuevo acto racista, de los que este Estado sufre de una forma endémica o incluso todo el país. Excepto que …

Los bomberos que habían desatascado el cuerpo del conductor rara vez habían visto tanta sangre. Sobre todo en un lugar muy especial.

El sexo del hombre, identificado como un tal Ralph Duvivier, ciudadano de Missouri de sesenta y cuatro años, estaba sostenido solo por una delgada tira de piel y la herida se parecía más a la que podría haber sido hecha por una piraña, un mini tiburón o una trampa semejante a la de los lobos pero en mas pequña Marcas de pinta labios de un bermellón brillante no fueron inmediatamente visibles en toda esta sangre, fueron los forenses quienes las descubrieron.

Ningún rastro de la mujer, la que acompagnava el conducteur y que muchos espectators horificados habian visto sin equivoco posible. Ni la más mínima partícula donde se pudiera recolectar una muestra de ADN. Increíble, ni una gota de sudor, ni un pelo ni una pequeña prenda de ropa para incar una diente, al fin de un análisis. Muerta casi seguro, pero desaparesida !

Y sin cuerpo…

Vinte y ocho millas antes del pueblo, poco después de la salida de Kingman, el coche se había reabastecido de combustible en la estación de Corn Ranch y varios testigos encontrados contaron la misma historia.

La chica debia tener entre veinte y veinticinco años; no muy alta pero de proporciones muy agradables según estos caballeros y apareciendo más bien puta según estas damas.

El cabello tirando al rojo con reflejos brillantes, ligeramente ondulado, que apenas cubría sus hombros era muy notable. Pero, menos que su blusa blanca cerca de la transparencia que no oculta nada de pechos pequeños sin ningún tipo de sosten. Ella estaba sentada en la parte superior de su mochila, colocada al pie de la señal que imponía el stop antes de dirigirse hacia el oeste. Justo a la salida de la gasolinera.

Al joven Sim le hubiera gustado ir hablar con este autoestopista, ligar un pelin, pero los clientes acudiavan en masa a los surtidores de gazolina y estava completamente desbordado. Como lo había especificado a la Suzy, no había visto llegar la donzella en cuestión. Ni él ni nadie más... Sin embargo, participó en el desarrollo de un retrato-robot.

XXXXXXXXXXXXXXXXXXXX

Henry Hardisson, apodado sin mucha imaginación doble H, también corre hacia el oeste por esta misma Ruta 66 cuando su atención es atraída por un pendero de toda belleza. ¡Los pantalones cortos de la guapa, apoyados en el ala delantera izquierda de un Chevy con su capó levantado, moldean una pura maravilla!

Unas piernas... buenas para levantarlas muy alto, con en la pantorrilla derecha una pequeña cobra notablemente bien tatuada.

¿Cómo no ayudar a su vecino? ¡Su vecina mejor dicho!

Conduciendo muy despacito, en menos de veinte metros, Doble H aparca su antiduviano pick-up Ford en el arcen herbolado y ataca directamente una mecánica persumida culpable, con pensamientos más que lujuriosos detrás de su cabeza.

-Hola señorita, me parece nuevo tu carro! Tal vez se ha quedado sin gasolina?

-Señora por favor, y acabo de repostar.

Difícil de girar la mirada hacia el motor, uno senos pequeños debajo de un corpiño tan imprudente, tejido con un hilo casi invisible, monopolizan la atención. La alianza en el dedo meñique de la mano izquierda, por otro lado, es incapaz de frenar la imaginación.Y justamente, al señor Hardisson, a pesar de sus sesenta y siete años recientemente cumplidos, no le falta.

Este rollo lo siente. La guapetona señora lo quiere. Y en primer lugar, solo para vestirse tan ligera, tiene que buscar algo. Una verdadera provocación, ¡es verdad qué! Y cuando una chica propone, ¡Henry siempre dispone! Con una voz mielosa aquí se transforma en un buen samaritano y un verdadero mentiroso.

-No sé nada de mecánica. Puedo llevarle al siguiente pueblo donde encontrará un garaje. El tipo vendrá a ayudarla o posiblemente cargará su Chevy con una grúa. Vale ?

-Muy amable, además que no es mía y que el amigo que me la prestó no está asegurado por averías. Ya llamé a su compañía y me dijeron que tenía que valerme por mí mismo.

-No hay problema mi pequeña señora, te embarco.

-No se preocupe buen hombre, compensaré vuestros esfuerzos.

Eso es ! Mi bellesa, siento que me ofrecerás tu hermoso pequeñoculo antes de llegar a Tijeras. Conosco una desviación que conduce a un lindo bosquesito. Decididamente esta autovia que dobla la antigua Ruta 66 tiene buenos lados, hacemos encuentros interesantes.

-No arranque de inmediato... y bajas tu braguette tontito ! Verás de lo que soy capaz. Joven de aquerdo, pero no hay muchas que me ganen en el juego de la mamada.

El viejo no puede creer sus orejas y sus dedos se vuelvan tan torpes que atascan la cremallera. Pronto aparece una extremidad blandengue en la que se activa una boca codiciosa.

Qué sensacion, qué experta es esta puta. La sangre fluye y finalmente la cosa toma un giro más ventajoso. Lentamente, hasta la garganta profunda a pesar de una dimensión significativa,con un movimiento de succión acentuado, los dedos de ambas manos también entran en acción. Acarician el vientre y ahora se centran en los genitales del hombre. La guapa se levanta un momento para pedir algo:

-¡Aguantate mi grande, será mejor!

Cambia su movimiento, un escroto completamente en la boca se activa en un testículo para que sube y baja tal un yo-yo, aspirando y soplando alternativamente. A medida que se reanuda la felación, las manos del hombre entran en pánico en senos pequeños con pezones endurecidos.

¡El orgasmo! El orgasmo del siglo cuando finalmente el hombre se vacía profundamente en la garganta. Un orgasmo fabulosa inmediatamente siguido, después de una fracción de segundo de asombro, por un dolor espantoso.

El sexo cortado en su base deja escapar un chorro de sangre cuando Double H se desmaya. Nunca recuperará la conciencia.

El equipo del sheriff local se puso en contacto con la Suzy que se desplazo personamente. Siempre flanqueada a su lado por un adjunto una vez más marcando su incredulidad.

-¡Y tres! Pero, ¿qué quiere esta vampira?

La Chevy abandonada con el capó aún levantado, atraio la atencion. Cerca de ella un otro coche disimulado por un terraplén, un Ford Custom no muy joven y increíblemente sucio. El primero en la escena encontró otro cuerpo mutilado en los matorrales, a pocos pasos del Ford. Rastro de lápice labiale bermellón en todo el cuerpo y sexo cortado debajo del glande, el hombre también se vació de toda su sangre.

Su documentacion y los papeles del coche, lo identificaron de inmediato. Un tal Samuel O Brien, de origen irlandés como su nombre indica, de cincuenta y nueve años y residente en Nuevo México.

- ¡Una y otra vez la 66! Necesitamos encontrar el posible vínculo entre estos tres cortados del pene.

Y para la policía, hay momentos en que encuentra cuando busca.

En 1979, estos tres hombres fueron acusados pocos días después del presunto hecho, de violar a una joven recién casada. La acusación no fue seguida porque en ese momento habían demostrado que Emma Rinsch era más que consentida. Fotos en apoyo de sus afirmaciones, los tres acólitos fueron liberados.

Se veia muy claramente en las imágenes : la dama activándose de muchas maneras con una buena media docena de hombres al mismo tiempo. Ninguna duda con la serpiente cobra tatuada en la pantorrilla derecha.

Afirmando estar avergonzado, de haber tenido que defenderse mostrando la verdadera naturaleza de la señora Rinsch, el trío había abandonado las dependencias policiales donde el juez los interrogó con, según testigos como un periodista local, una sonrisa burlona en cada cara.

Su nombre era Emma Ferguson antes de casarse. La sra. Emma Rinsch vio a su esposo alejarse de ella con asco repulsivo, regresó a su Luisiana natal, donde pronto se suicidó de una manera horrible. Los caimanes del bayu definitivamente no son sentimentales.

Emma magullada, que se volvió prácticamente loca, se unió al amor de su vida. "¡Para bien y para mal", dijo el juez! Pero la certeza del trágico final de Madame Rinsch fue comunicada por la policia de Lake Arthur, un importante pueblo a mitad de camino entre Houston y Baton Rouge. De hecho, fueron bien sus huellas dactilares en el bote robado en un ponton del bayu.

-Pero finalmente chef, ¡no creo en estas tonterias ! ¡Debe ser uno de la familia que se vengó! Tenemos que investigar en esta direccion.

-Tal vez, tal vez ! Respondi dudosamento Suzy la sheriff.

Epilogo

Pamela Anders, no puede creer en la suerte que la toca hoy. Se presenta en forma de una chica hermosa y bien vestida, con ropa clásica aparentemente de las principales marcas. La vieja Pam, con sus sesenta años (y pico) no podría haber reclamado tal amor,

En el pasado amaba a los hombres, pero en una medida inimaginable. Todos los que la conocían solo tenían un calificativo para ella: una verdadera puta. Ademas muy viciosa ! Nadie que conociera su adicción al sexo la hubiera querido como esposa. Una unica pareja nunca podía satisfacerla; para experimentar el más pequeño orgasmo necesitaba varios a la vez. Además, numerosos y a ser posible bien regalado por la naturaleza.

¿Cómo volteó su chaqueta y se derramó en una inclinación más femenina? Pam lo recuerda perfectamente. Una prima lejana la había iniciada a sus cincuenta años de edad. La parte inferior de su abdomen todavía se estremece de pensarlo.

La guapetona estava haciendo autostop a la salida de Albuquerque en Nuevo México y se dirigia hacia el este por la Ruta Histórica 66. Apenas instalada en su Oldsmobile, inocentemente preguntó:

-¡Tengo hambre! ¿No tendría algo, una cosita para picar ?

-Aquí no, pero vivo muy cerca. La gente afirma que mis tortillas son las mejores del mundo. Ciertamente exageran y te invito a almorzar, podrás juzgar por ti mismo.

Es gracioso, yo diria que nos parecemos bastente ;lo siento, no te ofendas, desde el buen momento cuando era más jovena, por supuesto.

-Banco para el almuerzo!

La tortilla no fue tan perfecta, ciertamente la emoción añadida a una cierta anxiedad. ¿Y si...?

Hay. Y es increíblemente bueno. La joven autoestopista aún no se ha quitado los pantalones con un pliegue impecable, solo su pequeño pecho está desnudo.

¡Dios mío qué técnica! El recuerdo de su prima lejana está más que revivido antes de ser repentinamente abrumado. Pamela está en trance, se convierte en una fuente, un evento que nunca le había sucedido. Las sábanas ahora están empapadas y viscosas. Una ola intensa la atraviesa.

-Espera, aguentate, será mejor. Me quito el pentalon, y verás que mis braguitas son las más pequeñas que puede existir.

La boca embermellada retoma su trabajo y vuelve uno tro orgasmo magnífico… Relajación de todos los sentidos, pero la vista sigue siendo víva. En la elaborada posición donde oficia su pareja, aparece una cobra tatuada en su pantorrilla derecha.

Breve recuerdo antiguo y dolor horrible de inmediato. Su clítoris y buena parte de la carne de los grandes labios que le rodea están arrancados. La mandíbula acaba de esquilar hasta las profundidades de los labios menores de su sexo en la parte superior.

Pamela Anderson sera encontrada, drenada de su sangre, dos días después. Su vecino preocupado, alertado por un enjambre de moscas, vino a echar un vistazo y vomitó sus tripas.

Las meticulosas investigaciónes de los técnicos policiales no ha permitido el más mínimo descubrimiento. Y nadie sabrá nunca que, cuarenta y un años antes, la puta de Pamela se había prestado a poses fotográficas. Con varios hombres, entre ellos tres de sus partenarios habituales. Decir... un poco avergonzados por una denuncia de violación. Uno de ellos, dotado para el dibujo, había marcado cuidadosamente con un boli, una cobra en su pantorrilla derecha.

Bueno, nadie lo sabrá jamás… excepto la Susy que ni siquiera se atreverá a redactar un informe.